Εργασία του Ηλία Ταμπουράκη στο Καθολικό Πανεπιστήμιο της Κόστα Ρίκα
Entre muros
Universidad Católica Anselmo Llorente y La Fuente
Sede San Carlos
Carrera: Bachillerato en Ciencias de la Educación con Énfasis en la Enseñanza del Inglés
Profesor: M. Ed. Erick José de Padua Quesada Vargas
Curso: PD001 Introducción a la Pedagogía
Estudiante: Ilías Tampourakis
Fecha de la sesión: sáb. 05 de febrero de 2011 # Sesión: IV Desarrollo temático (Profesor) (Entregado: sáb. 12 febrero 2011)
Los diálogos de esta película –un río de vocabulario pachuco y erudito-, basados en la mayéutica del profesor y en los conceptos lingüísticos de los estudiantes, sus selecciones de la ética y la teoría del eje: premio/castigo, rodean las situaciones específicas en la escuela, que causa el entorno de amistades y el ambiente familiar. Y eso, ¿por qué nos tiene que interesar a nosotros? Pues, porque los problemas educativos de Francia son también problemas de toda Europa “desarrollada” y de todo el mundo. Esa película dio lugar a una polémica que llegó a provocar cambios en uno de los mejores sistemas educativos del mundo: el francés. No es ésta la primera vez que escuchamos que los libros son “una cochinada” y que aprendiendo algo de memoria y de manera mecánica priva al individuo de la capacidad crítica y el desarrollo mental. François propone unos retos y observa las reacciones de sus alumnos afro-franceses. Y el espectador experimentado observa que la filmación se ha hecho con tres cámaras. La deducción de ese método artístico del cine se puede trasladar a una clase escolar: La reacción entre el docente y los estudiantes debe ser como un partido de tennis, donde el tema/reto jugará el papel de la pelota y el ojo del profesor debe girar por tres niveles.
El perfil de los alumnos de esta película fue creado por ellos mismos –que por cierto, no son actores profesionales. Los diálogos han sido improvisados de su vida real. La posición relativa del menor de edad no es tan importante, como es el hecho de quién tendrá la última palabra en un conflicto. Y esta creación cinematográfica en una clase constituye un maravilloso método pedagógico para la auto-realización y para concienciar a los estudiantes y a los maestros acerca de sus roles y funciones hacia una socialización lejos de cualquier debilidad personal. Lo impresionante fue que los padres de esos alumnos propusieron también unos temas que les preocupaban acerca de sus expectativas. Es, entonces, este largometraje, una verdadera clase, una materia ejemplar que se puede aplicar en todas las escuelas del mundo. Una creación de cine entre estudiantes y tutores amadores y no profesionales, funcionaría como un auto-análisis psicológico, indicando los pros y los contras del sistema educativo y del ambiente del hogar.
Hay veces que este docente, François, tiene algo de Sócrates. Y eso, porque su técnica de maestro consiste en la excavación del alma estudiantil; aún cuando esto duele. El tutor debe superar su egocentrismo inflado y convencer a los jóvenes. En un mundo que presenta enfermedades sociales, unas aproximaciones como ésta llevan a la juventud más cerca al orden, por medio de un camino democrático. El ambiente multicultural e igualitario debe prevalecer en las escuelas de los países receptores de emigrantes -como es Costa Rica- y la responsabilidad grupal se tiene que tomar de manera individual entre estudiantes y profesores.
En esta película, Laurent Cantet presenta la mediocre escuela pública, enseñando las causas de las crisis con términos de la ética pedagógica contemporánea, en un didactismo psicológico muy particular. Es una acusación en contra del sistema educativo actual: por primera vez, un profesor se desvía de las rígidas reglas sin sentido y sin resultado, y los estudiantes NO se presentan como animales salvajes o como cretinos… En una comunidad de 25 personas –que es una clase- cada individuo no ha escogido a los demás para convivir, pero tiene la obligación de colaborar encerrado entre 4 paredes. Un tema importante que se toca, es la vergüenza que los estudiantes mediocres quieren imponer a los más aplicados, como una defensa de sus problemas de aprendizaje. En este punto, el docente debe investigar esa supuesta incapacidad mediante el sistema de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, y convertir la indiferencia estudiantil en capacidad.
En las primeras escenas de esta película, el profesor aparece autoritario, en un esfuerzo de mantener el control de la situación. Eso es su primer error, porque él es de antemano la minoría del grupo… En los conflictos, el docente no es siempre el soberano. El hecho de tener un carácter apropiado o no, se verifica en los momentos de complacer a sus alumnos con sus respuestas, las cuales les abrirán nuevos horizontes hacia el conocimiento y caminos para una ética liberada de los tabú religiosos. Ambos, estudiantes y profesores, experimentan momentos de pequeñeces y de majestuosidad –falsa y/u original. Cada uno puede exponer su perspicacia o su ceguera, su comprensión o su injusticia.
En un ambiente escolar caótico, que no puede esconder su cara defectuosa, siempre hay momentos de profunda decepción y a la vez de inmensa plenitud. En este bello caos puede nacer la inteligencia en sus variadas formas.
ARTÍCULO:
ENTRE MUROSENTRE LES MURS / THE CLASS País: Francia, Año: 2008, Género: Drama, Duración: 128 minutos, Idiomas: Francés
Bambara, Dirección: Laurent Cantet, Guión: François Bégaudeau, Robin Campillo y Laurent Cantet, Reparto: François Bégaudeau y sus estudiantes franco-africanos de un barrio problemático de París.
Sinopsis: François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto conflictivo. Él y sus compañeros empiezan a trabajar con muy buenas intensiones para hacer todo lo posible y transmitir a sus estudiantes el conocimiento multifacético y recargado del sistema educativo francés (y por extensión europeo), y todo eso a pesar de varias condiciones difíciles: culturas y conductas vienen yuxtapuestas a crear polémicas entre las paredes de la clase, que representan al microcosmos de la Francia actual y al macrocosmos de la educación internacional. Los alumnos son a veces divertidos, pero en la mayoría de los casos presentan dificultades de aprendizaje y de comportamiento. Esa situación socava el entusiasmo de los docentes mal pagados. Pero François insiste en mantener en su clase un ambiente de respeto y dignidad. Rechaza la falsa seriedad y los métodos austeros. Habla de manera extremamente honesta a sus estudiantes y eso les sorprende. Pero llega un momento en que los principios que él ha sembrado en su clase se ponen en tela de juicio, cuando uno de sus estudiantes empieza a dudar el sistema educativo.
Sede San Carlos
Carrera: Bachillerato en Ciencias de la Educación con Énfasis en la Enseñanza del Inglés
Profesor: M. Ed. Erick José de Padua Quesada Vargas
Curso: PD001 Introducción a la Pedagogía
Estudiante: Ilías Tampourakis
Fecha de la sesión: sáb. 05 de febrero de 2011 # Sesión: IV Desarrollo temático (Profesor) (Entregado: sáb. 12 febrero 2011)
Los diálogos de esta película –un río de vocabulario pachuco y erudito-, basados en la mayéutica del profesor y en los conceptos lingüísticos de los estudiantes, sus selecciones de la ética y la teoría del eje: premio/castigo, rodean las situaciones específicas en la escuela, que causa el entorno de amistades y el ambiente familiar. Y eso, ¿por qué nos tiene que interesar a nosotros? Pues, porque los problemas educativos de Francia son también problemas de toda Europa “desarrollada” y de todo el mundo. Esa película dio lugar a una polémica que llegó a provocar cambios en uno de los mejores sistemas educativos del mundo: el francés. No es ésta la primera vez que escuchamos que los libros son “una cochinada” y que aprendiendo algo de memoria y de manera mecánica priva al individuo de la capacidad crítica y el desarrollo mental. François propone unos retos y observa las reacciones de sus alumnos afro-franceses. Y el espectador experimentado observa que la filmación se ha hecho con tres cámaras. La deducción de ese método artístico del cine se puede trasladar a una clase escolar: La reacción entre el docente y los estudiantes debe ser como un partido de tennis, donde el tema/reto jugará el papel de la pelota y el ojo del profesor debe girar por tres niveles.
El perfil de los alumnos de esta película fue creado por ellos mismos –que por cierto, no son actores profesionales. Los diálogos han sido improvisados de su vida real. La posición relativa del menor de edad no es tan importante, como es el hecho de quién tendrá la última palabra en un conflicto. Y esta creación cinematográfica en una clase constituye un maravilloso método pedagógico para la auto-realización y para concienciar a los estudiantes y a los maestros acerca de sus roles y funciones hacia una socialización lejos de cualquier debilidad personal. Lo impresionante fue que los padres de esos alumnos propusieron también unos temas que les preocupaban acerca de sus expectativas. Es, entonces, este largometraje, una verdadera clase, una materia ejemplar que se puede aplicar en todas las escuelas del mundo. Una creación de cine entre estudiantes y tutores amadores y no profesionales, funcionaría como un auto-análisis psicológico, indicando los pros y los contras del sistema educativo y del ambiente del hogar.
Hay veces que este docente, François, tiene algo de Sócrates. Y eso, porque su técnica de maestro consiste en la excavación del alma estudiantil; aún cuando esto duele. El tutor debe superar su egocentrismo inflado y convencer a los jóvenes. En un mundo que presenta enfermedades sociales, unas aproximaciones como ésta llevan a la juventud más cerca al orden, por medio de un camino democrático. El ambiente multicultural e igualitario debe prevalecer en las escuelas de los países receptores de emigrantes -como es Costa Rica- y la responsabilidad grupal se tiene que tomar de manera individual entre estudiantes y profesores.
En esta película, Laurent Cantet presenta la mediocre escuela pública, enseñando las causas de las crisis con términos de la ética pedagógica contemporánea, en un didactismo psicológico muy particular. Es una acusación en contra del sistema educativo actual: por primera vez, un profesor se desvía de las rígidas reglas sin sentido y sin resultado, y los estudiantes NO se presentan como animales salvajes o como cretinos… En una comunidad de 25 personas –que es una clase- cada individuo no ha escogido a los demás para convivir, pero tiene la obligación de colaborar encerrado entre 4 paredes. Un tema importante que se toca, es la vergüenza que los estudiantes mediocres quieren imponer a los más aplicados, como una defensa de sus problemas de aprendizaje. En este punto, el docente debe investigar esa supuesta incapacidad mediante el sistema de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, y convertir la indiferencia estudiantil en capacidad.
En las primeras escenas de esta película, el profesor aparece autoritario, en un esfuerzo de mantener el control de la situación. Eso es su primer error, porque él es de antemano la minoría del grupo… En los conflictos, el docente no es siempre el soberano. El hecho de tener un carácter apropiado o no, se verifica en los momentos de complacer a sus alumnos con sus respuestas, las cuales les abrirán nuevos horizontes hacia el conocimiento y caminos para una ética liberada de los tabú religiosos. Ambos, estudiantes y profesores, experimentan momentos de pequeñeces y de majestuosidad –falsa y/u original. Cada uno puede exponer su perspicacia o su ceguera, su comprensión o su injusticia.
En un ambiente escolar caótico, que no puede esconder su cara defectuosa, siempre hay momentos de profunda decepción y a la vez de inmensa plenitud. En este bello caos puede nacer la inteligencia en sus variadas formas.
ARTÍCULO:
ENTRE MUROSENTRE LES MURS / THE CLASS País: Francia, Año: 2008, Género: Drama, Duración: 128 minutos, Idiomas: Francés
Bambara, Dirección: Laurent Cantet, Guión: François Bégaudeau, Robin Campillo y Laurent Cantet, Reparto: François Bégaudeau y sus estudiantes franco-africanos de un barrio problemático de París.
Sinopsis: François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto conflictivo. Él y sus compañeros empiezan a trabajar con muy buenas intensiones para hacer todo lo posible y transmitir a sus estudiantes el conocimiento multifacético y recargado del sistema educativo francés (y por extensión europeo), y todo eso a pesar de varias condiciones difíciles: culturas y conductas vienen yuxtapuestas a crear polémicas entre las paredes de la clase, que representan al microcosmos de la Francia actual y al macrocosmos de la educación internacional. Los alumnos son a veces divertidos, pero en la mayoría de los casos presentan dificultades de aprendizaje y de comportamiento. Esa situación socava el entusiasmo de los docentes mal pagados. Pero François insiste en mantener en su clase un ambiente de respeto y dignidad. Rechaza la falsa seriedad y los métodos austeros. Habla de manera extremamente honesta a sus estudiantes y eso les sorprende. Pero llega un momento en que los principios que él ha sembrado en su clase se ponen en tela de juicio, cuando uno de sus estudiantes empieza a dudar el sistema educativo.