Ley indígena
La creación del sistema legislativo de Netzahualcóyotl, con el fin de asegurar la gobernación por medio de leyes duras pero fijas (dura lex, sed lex), que apoyaban el poder estatal, reemplazó la autoridad totalitaria en Tenoxtitlan, México, e impuso orden en el imperio azteca, delimitando conductas, responsabilidades y un sistema penal estrictamente imparcial. El Mapa Quinantzin ordenaba la estrangulación como castigo para el robo, y la quema para el adulterio. Fijaba también puniciones para los nobles en casos de mala administración de bienes públicos, sin exceptuar a los jueces que sentenciaban “en casa”, insinuando así la corrupción. Para cada caso se tomaba en cuenta el antecedente jurídico, y los familiares de los nobles condenados se convertían en esclavos. A pesar del vigor de 80 leyes en el códice de Texcoco, en la realidad la “palabra-espina”, o sea la sentencia, se basaba en el concepto del “ser humano lógico” –que quiere decir en las tradiciones étnicas de cada región, un hecho que moderaba la austeridad del sistema legal. Todo eso contribuyó a la disciplina de los contrarios y su avasallamiento ante el gobierno central.