Simbolismo sociocultural mitológico
Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, relacionada con la renovación de la vegetación, participó en la obtención de todos los dones divinos, otorgados a los humanos. Representó también a algunos de los conceptos vinculados con el poder político. En un relato se narra la caída de su versión de Ce-Ácatl Topiltzin, sacerdote-gobernante ejemplar de Tula que sucumbe a las trampas de Tezcatlipoca para perder las virtudes de abstinencia y castidad. De esta manera, la embriaguez y concupiscencia en la que cayó marcaron el inicio del derrumbe de Tula. Mucho se ha especulado sobre un supuesto retorno de Quetzalcóatl, confundido con Hernán Cortés, a quien Motecuhzoma recibió y hospedó en el palacio de Axayácatl. Así comenzó el gran drama de la conquista de México. En algunos ritos coras y huicholes, se le representa en sus manifestaciones antagónicas: flecha chamánica con cascabeles o cola de escorpión, peyote y Nazareno kieri, Estrella de la Mañana y Estrella de la Tarde, Sol Diurno y Sol Nocturno. Este complejo simbólico remite a la lucha cósmica original entre luz y oscuridad, ampliamente difundida en la mitología amerindia contemporánea.