Εργασία του Ηλία Ταμπουράκη στο Καθολικό Πανεπιστήμιο της Κόστα Ρίκα
El mundo de sabiduría
A mis 45 años de edad, una segunda juventud: de nuevo en los pupitres; esta vez los de la Universidad Católica de Costa Rica. Me gusta descubrir nuevos mundos –funciono de un modo intelectual-, pero a la vez me hace falta mi país, Grecia –es que todavía no he logrado eliminar esa debilidad humana: el sentimiento…
Tierra asoleada que surge del mar. Que sigue la severa ley de la alteración incesante de Heráclito[1]. Todo fluye. [Τα πάντα ρει.] Tierra ondulada; dulce el clima del olivo. Las adversidades en el mar y las contrariedades en la tierra, la lucha contra la sed y el combate con los vientos han dotado a su gente con perseverancia y obstinación. Con resolución y resistencia. Con terquedad. La partición de su litoral, la fragmentación de sus islas han hecho de su ser humano un patriotero; un patriotero tan falso que menosprecia a sus hermanos de las patrias sin salvación. Es la versión platónica[2] del amor a la patria. Ante su pobreza -su compañera perenne- el ser griego opondrá su insistencia, su mente inventiva, su moderación innata, su astucia comercial y marítima. Las olas lo llevaron hacia la búsqueda de lo nuevo. Esteticismo y vigor, sabiduría [σοφία] y exquisitez son sus principios. Sus argé [αρχαί] filosóficas. Un alma individualista con valor... arqueológico. Su lengua no tiene hermanas. Su escritura, prestada de los fenicios[3]. La reducción de la Helenidad tras la imposición de los nacionalismos –diría O. Elytis[4], el literario nobelista griego- nos ha privado de la manera que contemplábamos las cosas con una mente abierta y con la fuerza y la validez de la que disponía nuestra lengua en una vasta extensión del mundo civilizado.
Grecia; universo cultural, cuyos magos han identificado sus civilizaciones con la religión (mal entendida, diría Rulfo[5]), convirtiendo así la cultura en un asunto de los curas incultos, quienes llevaron al pueblo por caminos ásperos; a quienes se les metió excomulgar a Kazantzakis[6].
Al frente, por el otro lado del mar que surge la tierra, del mar Egeo, la otra tierra. La perdida. La despreciada y a la vez amada. La resentida por su decadencia otomana[7]; la pobre (en eso somos hermanos –sólo que nosotros somos menos pobres; tenemos nuestra Αntigüedad clásica...) La tierra de la filosofía jónica[8] y de la melancolía. De las ruinas. La asimilada por griegos y turcos. Como niños después de una pelea. Las civilizaciones caídas en coma no tienen posibilidades de revivir.
Mar salvaje...
Mar bravo...
El profesor Esquivel va impartiendo su lección introductoria acerca del origen de la filosofía, y yo estoy apuntando de una manera mecánica, automática, mientras que mi mente va viajando por entre las palabras y las líneas, que son mis propios recuerdos de infancia en los senos de una familia griega con raíces internacionales y en los pupitres de una escuela alemana con valores educativos basados en la filosofía helénica.
Griegos y helenos. No es un juego de palabras. Es una realidad. Una realidad histórica: los filósofos helenos de la Antigüedad clásica y los griegos sumisos por el poder brutal de Roma –que más tarde se convertirá en un poder brutal del Vaticano. Defendiendo mi derecho humano a llevar una vida siguiendo los pasos de aquel tatarabuelo mío llamado Epicuro[9] –el ateo controvertido-, me mantengo en contra del oscurantismo de cualquier imposición sociopolítica y religiosa y pienso de mi manera occidental, europea, mediterránea, helénica y cartesiana:[10]cogito ergo sum; pienso, luego soy.
El amor a la sabiduría no constituye ningún pensamiento abstracto. Siempre tiene vínculos con la realidad. Y eso, porque parte del logos [λόγος], de la mens razonabilis de los presocráticos[11] y los sofistas[12]. Comienza como una creación “mito-lógica” [μυθολογική] y llega a ser un análisis “orto-lógico” [ορθολογική].[13]
Pienso, porque mi mayor preocupación es el conocimiento, la gnosis [γνώσις], y sobre todo el conocimiento empírico [εμπειρική γνώσις]. En mi currículum pongo siempre la frase-epítome de mi vida: Creo que el conocimiento es substancial sólo cuando surge de la experiencia, y me niego a conformarme con la opresión. La opresión de lo sobrenatural, que caracteriza la filosofía medieval, la cual fue vencida por el Renacimiento. El renacer artístico de una mentalidad sociopolítica, de un modus vivendi de tierras asoleadas… En tres ocasiones históricas, el oscurantismo del vencedor fue sumiso por la mente brillante del vencido: la conquistadora Roma fue conquistada por el espíritu filosófico de sus súbditos, los helenos; la Edad Media fue diluida por el Renacimiento basado en la antigua sabiduría helénica; el incendio de la Biblioteca de Alejandría por el Arzobispo Teófilo [Θεόφιλος], el año 391 de la Era paleocristiana, no pudo impedir la preservación, ni limitar la expansión de la sabiduría precristiana. Los árabes y los moros de España mantuvieron y difundieron ese tesoro filosófico y científico.
Mi melancolía causada por esos pensamientos se va despejando al escuchar al profesor Esquivel pronunciando los términos filosóficos en mi lengua materna. ¡Un costarricense que escribe en la pizarra la letra griega φ, -la sigla inicial de filosofía [φιλοσοφία]! Eso es un encuentro de culturas. Y se necesita tolerancia para eso. Y esa admiración, esa perplejidad, esa curiosidad me llevan a filosofar: ¿Quiénes somos? ¿Porqué vivimos? ¿Cómo fue creado el mundo? Detrás de todos los acontecimientos, ¿se oculta una voluntad o un sentido? Y sobre todo: ¿Cómo debemos vivir? ¿Debemos experimentar el mundo como realmente es, o según nuestra versión? ¿Debemos primero comprender la inexistencia substancial de este mundo de ilusiones y después buscar una manera para negar la voluntad? En mi mente el crítico Immanuel Kant[14] –el deudor de Platón- está discutiendo con el idealista Arthur Schopenhauer[15] –el puente que une el Occidente con el Oriente.
Mi mente sigue viajando más allá, al país del Sol naciente…
El budismo Mahayana indica en la enseñanza del Buda Siddhartha Gautama Sakyamuni[16] más un método que una doctrina; un método similar al científico y contrario al cristiano, en el sentido que indaga para deducir la verdad, sin prejuicios y con completa libertad para criticar o poner en duda enseñanzas o teorías del pasado.
Todo lo existente debe tener un principio. La Historia, según Felipe Fernández Armesto –de la Universidad de Cambridge- es un perseguimiento más humano que científico, dado que el pasado no está presente en nuestros cinco sentidos: sólo podemos saber las impresiones y percepciones de los demás, pero no podemos conocer sus sentimientos. Cada uno de nosotros, entonces, debe encontrar sus propias respue
Siento que no puedo acostumbrarme al mundo donde vivo. A pesar de eso, no tengo la falsa idea de ser yo un filósofo. Tan sólo trato de no ser uno de esos individuos tediosos e indiferentes que nada les excita. Lucho para y por vivir una vida interesante.
“Cuando salgas rumbo a Ítaca,[17]
procura que el camino sea largo,
lleno de peripecias, lleno de gnosis.
[...]
Ítaca te concedió el hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido.
Más no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te engañó.
Siendo ya tan sabio, y teniendo tantas experiencias,
ya habrás entendido lo que significan las Ítacas.”
Este poema escribió Constantino Cavafy,[18] el poeta griego que vivió en Egipto a mediados del siglo XX de nuestra Era. [traducción: I.T.]
La primera sesión de “Pensamiento y Realidad”, impartida por la sede sancarleña de la Universidad Católica de Costa Rica ha terminado. Hace frío y la humedad está penetrando en mis huesos. Es un mito que los países tropicales son calurosos… A pesar de la lluvia torrencial y del largo viaje hasta mi casa en La Fortuna, un ansia por conocer a ese nuevo y joven profesor mío me está sobrecogiendo. Siento el fuerte deber de aplicar este contacto cultural.
Voy a hablar con él.
[Partes de este texto tienen derechos reservados por las autoridades de Grecia y Costa Rica, dado que consisten parte de artículos y libros publicados por Ilías Tampourakis en dichos países.]
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Fernández Armesto, Felipe: Civilizations, edi. Pan MacMillan, London, 2001
Gaarder, Jostein: Sofies verden, Edi. H. Aschehoug & Co., Oslo, 1991
Tampourakis Ilías: Rembético, la crónica de un ensueño errante, Atenas, 2008
http://en.wikipedia.org/wiki/Zen
[1] Heráclito de Éfeso [Ηράκλειτος ο Εφέσιος] (540-480 antes de nuestra Era): Filósofo griego del Asia Menor (jónico) <Véase nota 8>, que consideraba el fuego como el principio de los seres, y enseñó que la realidad está en un flujo continuo, debido a la lucha incesante entre los elementos contrarios: juventud / vejez, vida / muerte.
[2] Platón [Πλάτων] (427-347 antes de nuestra Era): Filósofo ateniense clásico; discípulo de Sócrates. El amor platónico es casto, puro; no es carnal. Su obra más importante: Πολιτεία – República.
[3] Fenicios: Antiguo pueblo semítico, el cual desde el III milenio antes de nuestra Era, habita las costas mediterráneas de Siria y Palestina.
[4] Elytis, Odiseas Alepudelis [Οδυσσέας Αλεπουδέλης Ελύτης] (Grecia, 1911-1996): Nobel de literatura 1979. Su obra más importante: Άξιον εστί – Dignum est (1959).
[5] Rulfo, Juan (México, 1918-1986): Literario mexicano. Su obra más importante: Pedro Páramo (1953-’54).
[6] Kazantzakis, Nikos [Νίκος Καζαντζάκης] (Grecia, 1883 - Alemania, 1957): Escritor y filósofo griego de Creta. Su obra más importante: Cristo de nuevo crucificado (1948).
[7] Imperio Otomano (de los turcos) [1299-1923]
[8] Jonia o más correctamente, Ionia, [Ιωνία] es el nombre con el que se conocía en tiempos de la Antigua Grecia a la parte central y occidental de la península de Anatolia en la actual Turquía (llamada Grecia asiática o la costa oeste del Asia menor) y que incluía también las islas adyacentes enfrente de las costas en que florecieron las colonias griegas que contribuyeron a la propagación del comercio, de las artes y de la filosofía clásica del siglo V antes de nuestra Era.
[9] Epicuro (Επίκουρος) (Grecia, 341-270 antes de nuestra Era): Filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo y el atomismo. Defendió que el sabio debía mantenerse al margen de la vida política.
[10] René Descartes[] (Francia, []1596 - Suecia, 1650): Filósofo, matemático y físicofrancés, considerado como el padre de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica. Formuló el célebre cogito ergo sum, elemento esencial del racionalismo occidental.
[11] Se suele llamar filosofía presocrática [προσωκρατική φιλοσοφἰα] al período de la historia de la filosofía helénica que se extiende desde el comienzo mismo de ésta, con Tales de Mileto, hasta las últimas manifestaciones del pensamiento griego no influidas por el pensamiento de Sócrates, aun cuando sean cronológicamente posteriores a él. Por lo tanto, se incluye dentro de los llamados "presocráticos" a todos los filósofos del siglo VI antes de nuestra Era, e incluso algunos del s. V a.n.E.
[12] El término sofista [σοφιστής], del griego sophía [σοφία], "sabiduría" y sophós [σοφός], "sabio" es el nombre dado en la Grecia clásica, de aquél que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Sophós y Sophía en sus orígenes denotaban una especial capacidad para realizar determinadas tareas como se refleja en la Ilíada (XV, 412). Más tarde se atribuiría a quien dispusiera de "inteligencia práctica" y era un experto y sabio en un sentido genérico. Sería Eurípides quien le añadiría un significado más preciso como "el arte práctico del buen gobierno" (Eur. I.Á.749) y que fue usado para señalar las cualidades de los Siete Sabios de Grecia. Sin embargo, al transcurrir el tiempo hubo diferencias en cuanto al significado de sophós: por una parte, Esquilo denomina así a los que dan utilidad a lo sabido, mientras que para otros es al contrario, siéndolo quien conoce por naturaleza. A partir de este momento se creará una corriente, que se aprecia ya en Píndaro, que da un significado despectivo al término sophós asimilándolo a "charlatán".
[13] El lema “orto” proviene del griego antiguo: ορθὀς, que tiene doble significado: recto // correcto.
[14] Immanuel Kant (Reino de Prusia, 1724 – 1804): Filósofoalemán. Es el primero y más importante representante del idealismo alemán y es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. En la actualidad, Kant continúa teniendo sobrada vigencia en diversas disciplinas: filosofía, derecho, ética, estética, ciencia y política.
[15] Arthur Schopenhauer (Polonia prusa, 1788 - Alemania, 1860): Filósofoalemán. Su filosofía, concebida esencialmente como un "pensar hasta el final" la filosofía de Kant, se siente también deudora de Platón (Véase nota 2) y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo e hinduismo. En su obra tardía presenta su filosofía, además, en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos post-kantianos de sus contemporáneos, y especialmente contra Hegel, lo que contribuyó en no escasa medida a la consideración de su pensamiento como una filosofía "antihegeliana".[1
[16] Buda es el título por el que se conoce mundialmente a Siddhārtha Gautama (en sánscrito सिद्धार्थ गौतम, en pali Siddattha Gotama), nacido en Lumbinī (Nepal). Vivió aproximadamente entre los años 566 y 478 a. C., a finales de lo que se conoce como periodo védico, esto es, cuando se terminó de componer el Rig vedá (texto sagrado hindú). Es una figura religiosa sagrada para dos de las religiones con mayor número de adeptos, el budismo (fue fundador del dharma budista y primer «gran iluminado») y el hinduismo (en el que se lo considera como la novena encarnación del dios Vishnú de acuerdo al Garuda puraná y la vigesimoprimera y penúltima según el Bhágavata puraná [hacia el siglo XI después de nuestra Era]).
[17] Ítaca [Ιθάκη]: isla de Ulises [Οδυσσέας], el héroe semi-mítico de la obra del antiguo poeta griego Homero [Όμηρος], quien probablemente escribió la Odisea [Οδύσσεια], 3.100 años antes de nuestra Era. Aquí, el topónimo tiene connotaciones de “una finalidad de vida”.
[18] Constantino Petru Cavafis, conocido también como: Konstantin o Konstantinos Petrou Kavafis, Kavaphes o Cavafy (Alejandría, Egipto, 1863 – Atenas, 1933): poetagriego, una de las figuras literarias más importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna. En su poesía examinó de manera crítica los aspectos de la cristiandad, el patriotismo y la homosexualidad.
Tierra asoleada que surge del mar. Que sigue la severa ley de la alteración incesante de Heráclito[1]. Todo fluye. [Τα πάντα ρει.] Tierra ondulada; dulce el clima del olivo. Las adversidades en el mar y las contrariedades en la tierra, la lucha contra la sed y el combate con los vientos han dotado a su gente con perseverancia y obstinación. Con resolución y resistencia. Con terquedad. La partición de su litoral, la fragmentación de sus islas han hecho de su ser humano un patriotero; un patriotero tan falso que menosprecia a sus hermanos de las patrias sin salvación. Es la versión platónica[2] del amor a la patria. Ante su pobreza -su compañera perenne- el ser griego opondrá su insistencia, su mente inventiva, su moderación innata, su astucia comercial y marítima. Las olas lo llevaron hacia la búsqueda de lo nuevo. Esteticismo y vigor, sabiduría [σοφία] y exquisitez son sus principios. Sus argé [αρχαί] filosóficas. Un alma individualista con valor... arqueológico. Su lengua no tiene hermanas. Su escritura, prestada de los fenicios[3]. La reducción de la Helenidad tras la imposición de los nacionalismos –diría O. Elytis[4], el literario nobelista griego- nos ha privado de la manera que contemplábamos las cosas con una mente abierta y con la fuerza y la validez de la que disponía nuestra lengua en una vasta extensión del mundo civilizado.
Grecia; universo cultural, cuyos magos han identificado sus civilizaciones con la religión (mal entendida, diría Rulfo[5]), convirtiendo así la cultura en un asunto de los curas incultos, quienes llevaron al pueblo por caminos ásperos; a quienes se les metió excomulgar a Kazantzakis[6].
Al frente, por el otro lado del mar que surge la tierra, del mar Egeo, la otra tierra. La perdida. La despreciada y a la vez amada. La resentida por su decadencia otomana[7]; la pobre (en eso somos hermanos –sólo que nosotros somos menos pobres; tenemos nuestra Αntigüedad clásica...) La tierra de la filosofía jónica[8] y de la melancolía. De las ruinas. La asimilada por griegos y turcos. Como niños después de una pelea. Las civilizaciones caídas en coma no tienen posibilidades de revivir.
Mar salvaje...
Mar bravo...
El profesor Esquivel va impartiendo su lección introductoria acerca del origen de la filosofía, y yo estoy apuntando de una manera mecánica, automática, mientras que mi mente va viajando por entre las palabras y las líneas, que son mis propios recuerdos de infancia en los senos de una familia griega con raíces internacionales y en los pupitres de una escuela alemana con valores educativos basados en la filosofía helénica.
Griegos y helenos. No es un juego de palabras. Es una realidad. Una realidad histórica: los filósofos helenos de la Antigüedad clásica y los griegos sumisos por el poder brutal de Roma –que más tarde se convertirá en un poder brutal del Vaticano. Defendiendo mi derecho humano a llevar una vida siguiendo los pasos de aquel tatarabuelo mío llamado Epicuro[9] –el ateo controvertido-, me mantengo en contra del oscurantismo de cualquier imposición sociopolítica y religiosa y pienso de mi manera occidental, europea, mediterránea, helénica y cartesiana:[10]cogito ergo sum; pienso, luego soy.
El amor a la sabiduría no constituye ningún pensamiento abstracto. Siempre tiene vínculos con la realidad. Y eso, porque parte del logos [λόγος], de la mens razonabilis de los presocráticos[11] y los sofistas[12]. Comienza como una creación “mito-lógica” [μυθολογική] y llega a ser un análisis “orto-lógico” [ορθολογική].[13]
Pienso, porque mi mayor preocupación es el conocimiento, la gnosis [γνώσις], y sobre todo el conocimiento empírico [εμπειρική γνώσις]. En mi currículum pongo siempre la frase-epítome de mi vida: Creo que el conocimiento es substancial sólo cuando surge de la experiencia, y me niego a conformarme con la opresión. La opresión de lo sobrenatural, que caracteriza la filosofía medieval, la cual fue vencida por el Renacimiento. El renacer artístico de una mentalidad sociopolítica, de un modus vivendi de tierras asoleadas… En tres ocasiones históricas, el oscurantismo del vencedor fue sumiso por la mente brillante del vencido: la conquistadora Roma fue conquistada por el espíritu filosófico de sus súbditos, los helenos; la Edad Media fue diluida por el Renacimiento basado en la antigua sabiduría helénica; el incendio de la Biblioteca de Alejandría por el Arzobispo Teófilo [Θεόφιλος], el año 391 de la Era paleocristiana, no pudo impedir la preservación, ni limitar la expansión de la sabiduría precristiana. Los árabes y los moros de España mantuvieron y difundieron ese tesoro filosófico y científico.
Mi melancolía causada por esos pensamientos se va despejando al escuchar al profesor Esquivel pronunciando los términos filosóficos en mi lengua materna. ¡Un costarricense que escribe en la pizarra la letra griega φ, -la sigla inicial de filosofía [φιλοσοφία]! Eso es un encuentro de culturas. Y se necesita tolerancia para eso. Y esa admiración, esa perplejidad, esa curiosidad me llevan a filosofar: ¿Quiénes somos? ¿Porqué vivimos? ¿Cómo fue creado el mundo? Detrás de todos los acontecimientos, ¿se oculta una voluntad o un sentido? Y sobre todo: ¿Cómo debemos vivir? ¿Debemos experimentar el mundo como realmente es, o según nuestra versión? ¿Debemos primero comprender la inexistencia substancial de este mundo de ilusiones y después buscar una manera para negar la voluntad? En mi mente el crítico Immanuel Kant[14] –el deudor de Platón- está discutiendo con el idealista Arthur Schopenhauer[15] –el puente que une el Occidente con el Oriente.
Mi mente sigue viajando más allá, al país del Sol naciente…
El budismo Mahayana indica en la enseñanza del Buda Siddhartha Gautama Sakyamuni[16] más un método que una doctrina; un método similar al científico y contrario al cristiano, en el sentido que indaga para deducir la verdad, sin prejuicios y con completa libertad para criticar o poner en duda enseñanzas o teorías del pasado.
Todo lo existente debe tener un principio. La Historia, según Felipe Fernández Armesto –de la Universidad de Cambridge- es un perseguimiento más humano que científico, dado que el pasado no está presente en nuestros cinco sentidos: sólo podemos saber las impresiones y percepciones de los demás, pero no podemos conocer sus sentimientos. Cada uno de nosotros, entonces, debe encontrar sus propias respue
Siento que no puedo acostumbrarme al mundo donde vivo. A pesar de eso, no tengo la falsa idea de ser yo un filósofo. Tan sólo trato de no ser uno de esos individuos tediosos e indiferentes que nada les excita. Lucho para y por vivir una vida interesante.
“Cuando salgas rumbo a Ítaca,[17]
procura que el camino sea largo,
lleno de peripecias, lleno de gnosis.
[...]
Ítaca te concedió el hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido.
Más no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te engañó.
Siendo ya tan sabio, y teniendo tantas experiencias,
ya habrás entendido lo que significan las Ítacas.”
Este poema escribió Constantino Cavafy,[18] el poeta griego que vivió en Egipto a mediados del siglo XX de nuestra Era. [traducción: I.T.]
La primera sesión de “Pensamiento y Realidad”, impartida por la sede sancarleña de la Universidad Católica de Costa Rica ha terminado. Hace frío y la humedad está penetrando en mis huesos. Es un mito que los países tropicales son calurosos… A pesar de la lluvia torrencial y del largo viaje hasta mi casa en La Fortuna, un ansia por conocer a ese nuevo y joven profesor mío me está sobrecogiendo. Siento el fuerte deber de aplicar este contacto cultural.
Voy a hablar con él.
[Partes de este texto tienen derechos reservados por las autoridades de Grecia y Costa Rica, dado que consisten parte de artículos y libros publicados por Ilías Tampourakis en dichos países.]
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Fernández Armesto, Felipe: Civilizations, edi. Pan MacMillan, London, 2001
Gaarder, Jostein: Sofies verden, Edi. H. Aschehoug & Co., Oslo, 1991
Tampourakis Ilías: Rembético, la crónica de un ensueño errante, Atenas, 2008
http://en.wikipedia.org/wiki/Zen
[1] Heráclito de Éfeso [Ηράκλειτος ο Εφέσιος] (540-480 antes de nuestra Era): Filósofo griego del Asia Menor (jónico) <Véase nota 8>, que consideraba el fuego como el principio de los seres, y enseñó que la realidad está en un flujo continuo, debido a la lucha incesante entre los elementos contrarios: juventud / vejez, vida / muerte.
[2] Platón [Πλάτων] (427-347 antes de nuestra Era): Filósofo ateniense clásico; discípulo de Sócrates. El amor platónico es casto, puro; no es carnal. Su obra más importante: Πολιτεία – República.
[3] Fenicios: Antiguo pueblo semítico, el cual desde el III milenio antes de nuestra Era, habita las costas mediterráneas de Siria y Palestina.
[4] Elytis, Odiseas Alepudelis [Οδυσσέας Αλεπουδέλης Ελύτης] (Grecia, 1911-1996): Nobel de literatura 1979. Su obra más importante: Άξιον εστί – Dignum est (1959).
[5] Rulfo, Juan (México, 1918-1986): Literario mexicano. Su obra más importante: Pedro Páramo (1953-’54).
[6] Kazantzakis, Nikos [Νίκος Καζαντζάκης] (Grecia, 1883 - Alemania, 1957): Escritor y filósofo griego de Creta. Su obra más importante: Cristo de nuevo crucificado (1948).
[7] Imperio Otomano (de los turcos) [1299-1923]
[8] Jonia o más correctamente, Ionia, [Ιωνία] es el nombre con el que se conocía en tiempos de la Antigua Grecia a la parte central y occidental de la península de Anatolia en la actual Turquía (llamada Grecia asiática o la costa oeste del Asia menor) y que incluía también las islas adyacentes enfrente de las costas en que florecieron las colonias griegas que contribuyeron a la propagación del comercio, de las artes y de la filosofía clásica del siglo V antes de nuestra Era.
[9] Epicuro (Επίκουρος) (Grecia, 341-270 antes de nuestra Era): Filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo y el atomismo. Defendió que el sabio debía mantenerse al margen de la vida política.
[10] René Descartes[] (Francia, []1596 - Suecia, 1650): Filósofo, matemático y físicofrancés, considerado como el padre de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica. Formuló el célebre cogito ergo sum, elemento esencial del racionalismo occidental.
[11] Se suele llamar filosofía presocrática [προσωκρατική φιλοσοφἰα] al período de la historia de la filosofía helénica que se extiende desde el comienzo mismo de ésta, con Tales de Mileto, hasta las últimas manifestaciones del pensamiento griego no influidas por el pensamiento de Sócrates, aun cuando sean cronológicamente posteriores a él. Por lo tanto, se incluye dentro de los llamados "presocráticos" a todos los filósofos del siglo VI antes de nuestra Era, e incluso algunos del s. V a.n.E.
[12] El término sofista [σοφιστής], del griego sophía [σοφία], "sabiduría" y sophós [σοφός], "sabio" es el nombre dado en la Grecia clásica, de aquél que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Sophós y Sophía en sus orígenes denotaban una especial capacidad para realizar determinadas tareas como se refleja en la Ilíada (XV, 412). Más tarde se atribuiría a quien dispusiera de "inteligencia práctica" y era un experto y sabio en un sentido genérico. Sería Eurípides quien le añadiría un significado más preciso como "el arte práctico del buen gobierno" (Eur. I.Á.749) y que fue usado para señalar las cualidades de los Siete Sabios de Grecia. Sin embargo, al transcurrir el tiempo hubo diferencias en cuanto al significado de sophós: por una parte, Esquilo denomina así a los que dan utilidad a lo sabido, mientras que para otros es al contrario, siéndolo quien conoce por naturaleza. A partir de este momento se creará una corriente, que se aprecia ya en Píndaro, que da un significado despectivo al término sophós asimilándolo a "charlatán".
[13] El lema “orto” proviene del griego antiguo: ορθὀς, que tiene doble significado: recto // correcto.
[14] Immanuel Kant (Reino de Prusia, 1724 – 1804): Filósofoalemán. Es el primero y más importante representante del idealismo alemán y es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. En la actualidad, Kant continúa teniendo sobrada vigencia en diversas disciplinas: filosofía, derecho, ética, estética, ciencia y política.
[15] Arthur Schopenhauer (Polonia prusa, 1788 - Alemania, 1860): Filósofoalemán. Su filosofía, concebida esencialmente como un "pensar hasta el final" la filosofía de Kant, se siente también deudora de Platón (Véase nota 2) y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo e hinduismo. En su obra tardía presenta su filosofía, además, en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos post-kantianos de sus contemporáneos, y especialmente contra Hegel, lo que contribuyó en no escasa medida a la consideración de su pensamiento como una filosofía "antihegeliana".[1
[16] Buda es el título por el que se conoce mundialmente a Siddhārtha Gautama (en sánscrito सिद्धार्थ गौतम, en pali Siddattha Gotama), nacido en Lumbinī (Nepal). Vivió aproximadamente entre los años 566 y 478 a. C., a finales de lo que se conoce como periodo védico, esto es, cuando se terminó de componer el Rig vedá (texto sagrado hindú). Es una figura religiosa sagrada para dos de las religiones con mayor número de adeptos, el budismo (fue fundador del dharma budista y primer «gran iluminado») y el hinduismo (en el que se lo considera como la novena encarnación del dios Vishnú de acuerdo al Garuda puraná y la vigesimoprimera y penúltima según el Bhágavata puraná [hacia el siglo XI después de nuestra Era]).
[17] Ítaca [Ιθάκη]: isla de Ulises [Οδυσσέας], el héroe semi-mítico de la obra del antiguo poeta griego Homero [Όμηρος], quien probablemente escribió la Odisea [Οδύσσεια], 3.100 años antes de nuestra Era. Aquí, el topónimo tiene connotaciones de “una finalidad de vida”.
[18] Constantino Petru Cavafis, conocido también como: Konstantin o Konstantinos Petrou Kavafis, Kavaphes o Cavafy (Alejandría, Egipto, 1863 – Atenas, 1933): poetagriego, una de las figuras literarias más importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna. En su poesía examinó de manera crítica los aspectos de la cristiandad, el patriotismo y la homosexualidad.